Antes de abordar lo que se entiende por malos tratos, es necesario repasar cuales son las necesidades que deben estar cubiertas en los niños para garantizar su bienestar y su desenvolvimiento personal ya que consecuencias que derivan de su insatisfacción nos ayudan a identificar de forma más precisa las situaciones de malos tratos. Se pueden diferenciar estas necesidades básicas en tres ámbitos:
-Necesidades biológicas: Son las que garantizan el desenvolvimiento físico a través de la alimentación, el sueño, la higiene, la actividad física y en definitiva el cuidado de la salud.
-Necesidades cognitivas: Son todas las condiciones que facilitan el conocimiento del contorno y los mecanismo de comunicación que se consiguen a través de la comprensión de la realidad física y social, la estimulación sensorial y la exploración del contorno inmediato.
-Necesidades emocionales y sociales: Son aquellos elementos que facilitan la elaboración de estrategias para expresar y comprender los sentimientos, las conductas de relación e interacción con los demás: amistad, compañerismo, participación en juegos, actividades…etc. Y cualquier condición que facilite el desenvolvimiento afectivo saludable y adecuado: Sentirse querido, protegido, valorado, etc.
Estas necesidades se cubren normalmente en el ámbito familiar (Los cuidadores del menor son los responsables de eso) dando lugar al bienestar del pequeño, en cambio cuando no están satisfechas se pueden identificar situaciones de riesgo que pueden dar lugar a diferentes formas de malos tratos.
