Existen múltiples definiciones sobre malos tratos infantiles. No solo se refiere a casos y situaciones evidentes como el daño físico, ya que también contempla situaciones que muchas veces pasan inadvertidas, como la desatención o los malos tratos psicológicos.
El Observatorio de la infancia define a los malos infantiles como “acción, omisión o trato negligente, no accidental, que prive al niño de sus derechos y a su bienestar, que amenace o interfiera en su ordenado desenvolvimiento físico, psíquico y/o social y cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad”.
Tres tipos de actuaciones susceptibles de causar malos tratos:
Acción: Engloba a actos realizados.
Omisión: Todos los cuidados y atenciones que se deberían prestar y no se prestaron.
Trato negligente: Es sinónimo de desatención. Se refiere a aquellos cuidados que se brindaron de manera inadecuada e insuficiente.
Dos condiciones que determinarán la existencia de malos tratos.
Que priven al niño de sus derechos y de su bienestar.
Que amenace o interfiera en su desenvolvimiento físico, psíquico y social.
Causantes o autores que pueden causar malos tratos:
-Personas: Familiares o fuera del entorno familiar.
-Instituciones: Por negligencia de las administraciones o malos tratos institucionales.
-Sociedad: Se produce cuando no hay un sujeto responsable directo de los malos tratos,pero existen circunstancias que repercuten en el menor, como vivir en un ambiente de violencia, ausencia de hábitos
básicos ,etc.